La búsqueda de la verdad interior

La búsqueda de la verdad interior en el camino evolutivo 

Desde hace un tiempo que no les escribía algunos pensamientos que a veces considero que pueden serles útiles en vuestro camino evolutivo. Hoy quisiera compartir con ustedes algunos puntos de vista y koanes ilustrativos que nos permitan ver y entender de mejor manera el mundo y los procesos personales evolutivos.

El Zen-dero de la Búsqueda de la Verdad Interior, es como esta imagen de la Escalinata de La Isla del Sol en Bolivia, la cual refleja un sendero de ascensión, con sectores de luces y sombras, siendo a veces muy empinado, obligando a tomar los descansos pertinentes para seguir avanzando, retomando el aliento y las fuerzas para subir cada peldaño, los que tienen desniveles, como nuestros planos que no todos se equilibran al unísono (físico, mental y emocional), en la evolución del Zendero de nuestra Vida, siempre buscando la huella más adecuada donde pisar en el bosque, para poder tener clara la huella que has de seguir para internarnos en el interior de nuestras Vidas.

Muchas veces nos distraemos del objetivo trazado, y del camino emprendido, por esto que a continuación adjunto el Koan de Los Cinco Monjes, para que comprendamos mejor de qué se trata…

LOS CINCO MONJES

El Lama del Sur dirigió una urgente llamada al gran Lama del Norte pidiéndole que le enviara a un monje sabio y santo que iniciara a los novicios en la vida espiritual. Para generar sorpresa, el Gran Lama envió a cinco monjes, en lugar de uno solo. Y a quienes le preguntaban el motivo, les respondía enigmáticamente:

El grupo llevaba algunos días en camino cuando llegó corriendo hasta ellos un mensajero que les dijo: «El sacerdote de nuestra aldea ha muerto. Necesitamos que alguien ocupe su lugar». La aldea parecía un lugar confortable y el sueldo del sacerdote era bastante atractivo. A uno de los monjes le entró un súbito interés pastoral por aquella gente y dijo: «No sería yo un verdadero budista si no me quedara a servir a esta gente». De modo que se quedó.

Unos días más tarde sucedió que se encontraban en el palacio de un rey que se encaprichó con uno de los monjes. «Quédate con nosotros», le dijo el rey, «y te casarás con mi hija. Y cuando yo muera, me sucederás en el trono». El monje se sintió atraído por la princesa y por el brillo de la realeza, de manera que dijo: « ¿Qué mejor modo de influir en los súbditos de este reino para inclinarlos al bien que siendo rey de todos ellos? No sería un buen budista si no aceptara esta oportunidad de servir a la causa de nuestra santa religión». De modo que también éste se quedó.

El resto del grupo siguió su camino y una noche, hallándose en una región montañosa, llegaron a una solitaria cabaña habitada por una bella muchacha que les ofreció cobijo y le dio gracias a Dios por haberle enviado a aquellos monjes. Sus padres habían sido asesinados por los bandidos y la muchacha se encontraba sola y llena de ansiedad. A la mañana siguiente, cuando llegó la hora de partir, uno de los monjes dijo: «Yo me quedaré con esta muchacha. No sería un auténtico budista si no practicara la compasión». Fue el tercero en abandonar.

Los dos restantes llegaron, por último, a una aldea budista, donde, para su espanto, descubrieron que todos los habitantes de la aldea habían abandonado su religión y habían sido convencidos por un gurú hindú. Uno de los dos monjes dijo: «Es mi deber hacia esta pobre gente y hacia el Señor Buda quedarme aquí y reconducirlos a la verdadera religión». Fue el último en abandonar.

Por fin, el quinto monje llegó ante el Lama del Sur. El Gran Lama del Norte había tenido razón, después de todo.

Siempre nos estamos apartando del camino y de la búsqueda de la verdad hacia nuestro interior y la divinidad, por los más diversos motivos y justificaciones, muy válidas por cierto, je, je, je, o quizás sabemos exactamente dónde buscar y nos hacemos los tontos, para no tomar conciencia realmente de lo que somos y de lo que debemos hacer. Hay una historia de Tagore, recogido por Osho, que explica lo que le pasó a este poeta frente a una puerta…

Este es un hermoso cuento de Rabindranath Tagore:

Estuve buscando a Dios durante miles de vidas. Lo vi… a veces muy lejos… Me apuré… cuando hube llegado allí, él se había ido más lejos. Esto siguió y siguió. Pero finalmente llegué a una puerta, y en la puerta había un cartel: ‘Esta es la casa donde vive Dios’

Dice Rabindranath: por primera vez me preocupé. Me inquieté mucho. Temblando, subí las escaleras. Estaba a punto de golpear la puerta, y súbitamente, en un instante, vi…

Si golpeo la puerta y Dios abre, ¿luego qué? Luego, todo ha terminado: mis viajes, mis peregrinajes, mis grandes aventuras, mi filosofía, mi poesía, todo el anhelo de mi corazón. Todo habrá terminado. ¡Sería un suicidio! Comprendiendo, dice Rabindranath, me quité los zapatos de los pies… porque al bajar las escaleras podría hacer algún ruido… Y desde el momento en que llegué al pie de las escaleras, corrí. Y no he mirado hacia atrás desde entonces. He estado corriendo y corriendo durante miles de años. 

Todavía estoy buscando a Dios, aunque sé ahora dónde vive. De modo que todo lo que debo hacer es evitar el lugar, y puedo seguir buscándolo en cualquier otra parte. Pero debo evitar esa casa… esa casa me obsesiona. La recuerdo perfectamente. Si por casualidad entro accidentalmente en esa casa, entonces todo habrá terminado.

Je, je, je, lo siento, escucho sus risas, diciendo sí, es verdad, la cosa es así, sabemos exactamente dónde debemos buscar, la pregunta es cuántos miles de años más seguiremos corriendo y evitando el lugar donde realmente debemos buscar, nos hacemos trampas nosotros mismos, y evitamos ir hacia nuestro interior.

O quizás hay alguna razón más profunda que sólo el querer evitar entrar en el camino hacia nuestro interior y tocar la puerta correspondiente. Quizás no estemos dispuestos a pagar el precio que ello significa, así es que leamos este Koan de La Tienda de la Verdad…

LA TIENDA DE LA VERDAD

No podía dar crédito a mis ojos cuando vi el nombre de la tienda: LA TIENDA DE LA VERDAD. Así que allí vendían verdad. La correctisima dependienta me preguntó qué clase de verdad deseaba yo comprar: verdad parcial o verdad plena. Respondí que, por supuesto, verdad plena. No quería fraudes, ni apologías, ni racionalizaciones. Lo que deseaba era mi verdad desnuda, clara y absoluta.

La dependienta me condujo a otra sección del establecimiento en la que se vendía la verdad plena.

El vendedor que trabajaba en aquella sección me miró compasivamente y me señaló la etiqueta en la que figuraba el precio. «El precio es muy elevado, señor», me dijo. «¿Cuál es?», le pregunté yo, decidido a adquirir la verdad plena a cualquier precio. «Si usted se la lleva», me dijo, «el precio consiste en no tener ya descanso durante el resto de su vida».

Salí de la tienda entristecido. Había pensado que podría adquirir la verdad plena a bajo precio. Aún no estoy listo para la Verdad. De vez en cuando ansío la paz y el descanso. Todavía necesito engañarme un poco a mí mismo con mis justificaciones y mis racionalizaciones. Sigo buscando aún el refugio de mis creencias incontestables.

¿Por qué el precio de La Verdad Plena es tan alto?, porque preferimos vivir inconscientemente, siendo víctimas de las circunstancias y los aconteceres y nos percatamos que para encontrar esa Verdad Plena, debemos centrarnos, trabajar con nuestro ser, aprender a tener conciencia, y lograr que ella sea permanente, maravillándonos minuto a minuto en un continuo despertar, en cada cosa, en cada acción, en cada palabra, descubriendo las pequeñas grandes cosas, que nos muestran la grandeza divina, produciendo un chispazo al año, uno al mes, uno a la semana, uno al día, uno en cada minuto, provocando una serie de iluminaciones pequeñitas, y que el conjunto de ellas, y la seguidilla de esos chispazos, te permiten descubrir un estado de conciencia que muchos llaman iluminación.

Te invito a seguir este camino de búsqueda hacia la verdad interior, para alcanzar esa conciencia permanente y dejar de estar dormidos, y ver pasar la vida sin motivaciones y sobreviviendo, para pasar a un descubrir la vida, disfrutando cada minuto como si fuera el último, Aquí y Ahora, quizás mañana tendremos mucho tiempo para dormir.

Es importante que tomemos una dirección, un camino, y sigamos nuestras convicciones y vayamos hacia nuestro interior buscando el equilibrio. Generalmente damos valor y ponemos nuestra fuerza y nos dejamos influenciar por el entorno que nos rodea, y quizás no nos percatamos qué intereses u orientaciones tienen esas influencias, o a veces pensamos que estamos en desventaja, para poder emprender las acciones que nos dicta el corazón, para tomar el control de nuestras vidas, en el koan que leerán a continuación podrán ver lo que puede hacer una sola moneda…

EL DESTINO EN UNA MONEDA

El gran general japonés Nobunaga decidió atacar, a pesar de que sólo contaba con un soldado por cada diez enemigos. El estaba seguro de vencer, pero sus soldados abrigaban muchas dudas.

Cuando marchaban hacia el combate, se detuvieron en un santuario sintoísta. Después de orar en dicho santuario, Nobunaga salió afuera y dijo: «Ahora voy a echar -una moneda al aire. Si sale cara, venceremos; si sale cruz, seremos derrotados. El destino nos revelará su rostro».

Lanzó la moneda y salió cara. Los soldados se llenaron de tal ansia de luchar que no encontraron ninguna dificultad para vencer. Al día siguiente, un ayudante le dijo a Nobunaga: «Nadie puede cambiar el rostro del destino».

«Exacto», le replicó Nobunaga mientras le mostraba una moneda falsa que tenía cara por ambos lados.

Así como también, en innumerables ocasiones permitimos que las aguas de la sociedad, la premura, la angustia, la ansiedad, la consecución de metas irreales o las falsas satisfacciones, como también la falta de cariño, nos vuelvan locos, y nos comportemos de acuerdo a como la sociedad lo plantea y lo dispone.

Y nosotros accedemos para que no nos crean locos, perdiendo el horizonte y el objetivo de nuestra vida, dejando de buscar las directrices que alumbran nuestro andar a cada paso.

El camino hacia nuestro interior es solitario e incomprendido y es importante observar, darnos cuenta y reconocer como otros lo han realizado.

Esperando que ojalá la mayoría de las personas entiendan de qué se trata todo esto y lo importante de esta búsqueda, para encontrar al final de nuestro camino la recompensa de un estado de conciencia armónico, entendiendo las maravillas del universo y el querer continuar compartiendo esto con aquellos que comienzan en este andar, para orientarlos a llegar a su propia Divinidad….

LA SENDA ESTRECHA

En cierta ocasión previno Dios al pueblo de un terremoto que habría de tragarse las aguas de toda la tierra. Y las aguas que reemplazarían a las desaparecidas habrían de enloquecer a todo el mundo. Tan sólo el profeta se tomó en serio a Dios. Transportó hasta la cueva de su montaña enormes recipientes de agua, de modo que no hubiera ya de faltarle el líquido elemento en los días de su vida.

Y efectivamente, se produjo el terremoto, desaparecieron las aguas y una nueva agua llenó los arroyos y los lagos y los ríos y los estanques. Algunos meses más tarde bajó el profeta de su montaña a ver lo que había ocurrido. Y era verdad: todo el mundo se había vuelto loco, y le atacaba a él y no quería tener nada que ver con él. Y hasta se convenció todo el mundo de que era él el que estaba loco. Así pues, el profeta regresó a su cueva de la montaña, contento por haber tenido la precaución de guardar agua. Pero, a medida que transcurría el tiempo, la soledad se le hacía insoportable.

Anhelaba tener compañía humana. De modo que descendió de nuevo a la llanura. Pero nuevamente fue rechazado por la gente, tan diferente de él.

Entonces el profeta tomó su decisión: Tiró el agua que había guardado, bebió del agua nueva y se unió a sus semejantes en su locura.

Queridos Todos, no desfallezcan en esta magna tarea, no están solos, al final del camino la recompensa es maravillosa, y antes de que tomen el agua envenenada, la cual nos lleva a vivir en forma inconsciente, deténganse un minuto para recobrar las fuerzas y las esperanzas, como descansando en las escaleras, o que en el Mundo puede haber otro terremoto, que haga retornar las aguas puras y limpias que liberen a la Humanidad de la locura en la que se encuentra sumida.

Es por ello que les invito a trabajar en sí mismos para compartir nuestras reservas de agua a todos los que nos rodean, y entre todos, con conciencia, habiéndonos desintoxicado de las aguas sucias. Limpiemos en conjunto las aguas del mundo, para conseguir de esta manera liberar a la Tierra y tener un Mundo Magníficamente Mejor…

TRILLONES DE BENDICIONES

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